Cambio climático, agua, energías limpias y …

De lo contrario; apagones, días de -hoy no circula-, y escasez de agua serán los temas más comunes de lo que se quiera e imaginamos, y no sólo en comunidades populares.

Por lo pronto, todo el norte de México se encuentra ya en un esquema de riesgo, de ahí que, muchas empresas se encuentran en procesos de alianzas con los gobiernos estatales y locales, con el objetivo de que las plantas de tratamiento de agua que ostenta la iniciativa privada también puedan suministrar a los hogares.

Pero, no es suficiente, a decir de expertos nacionales e internacionales, se requiere de una política nacional que tenga una planeación a 30 años. Donde las inversiones anuales sean de por lo menos 5 mil millones de dólares.

Dado que la infraestructura es la misma con la que se cuenta desde hace por lo menos 15 años. Y las necesidades actuales ya representan platas de recolección de agua, azoteas verdes, platas hidráulicas y presas.

De lo contrario, el problema de escasees de agua que ya es evidente en el norte de México, seguirá extendiéndose al centro del país.

No obstante, México de frente al mundo no cumple del todo. Con los compromisos de Basilea se está fuera de justicia hídrica, de derecho de agua y medio ambiente, no se respetan todos los procesos del ecosistema.

El tema del agua está muy crítico, pero esto no es actual, data de varios años a tras y mientras no se haga una planeación real transexenal, la situación del suministro del agua será una crisis año con año.

No se han dado las grandes inversiones que se requieren en plantas potabilizadoras o tratamiento de plantas de agua residuales, ni se han mejorado las existentes en materia de tecnología, no se ha dado almacenamiento de agua pluvial.

Aunado a ello, cada año se pierden aproximadamente 500 mil hectáreas de cultivos por falta de agua, se van de certificado y con ello, perdiendo.

El tema, da para más cifras que son de atenderse, se considera que 40% del agua que llega a los hogares se desperdicia debido a las fugas de tuberías, 75% del agua nacional se destina a la agricultura, 15% para la población, 5% para la industria y 5% en la generación eléctrica. Es decir, se pierde hasta 60% del agua en la producción de alimentos.

Entendiendo ello, se podrían establecer esquemas que ayuden a retornar agua, generar y reutilizar.

Hacer una mejor y mayor planeación de las plantas residuales de agua, de las que se requieren y ordenar mejor el suministro de agua, ayudaría.

De lo contrario seguiremos viendo cómo se extrae el doble del agua que se recarga, generando problemas de infraestructura que afecta principalmente a la Ciudad de México, con hundimientos, y al sistema de transporte metro.

No obstante, hay ciudades del noroeste del país que por condiciones naturales son más proclives a tener problemas del agua, ante lluvias torrenciales y los sistemas de agua no están preparados para recibir gran cantidad de agua en tan poco tiempo. Y ni que hablar de un mejor suministro de agua cuando se trata de sequías. Ojalá que las autoridades de esta administración hagan algo por el tema del cambio climático y con ello, del agua, o seguirá pasándose como un pendiente para el siguiente Presidente.