En terapia intensiva Sector Salud

No es desconocido que el sector salud ha sido una asignación pendiente y en declive estos últimos cinco años. Pero, a estas alturas el servicio de salud pública esta más que en terapia intensiva.

Aunque nos aseguran fuentes del sector farmacéutico que el Seguro Social tiene 97% de los requerimientos, y a Birmex le hicieron tres compras muy pequeñas que se fueron directamente a la megafarmacia, no parece que la distribución este funcionando.

Será tema urgente para tratar por parte de la siguiente administración, ya sea de Claudia Sheinbaum o Xochitl Galvéz, porque casos de triples fracturas sin ser atendidas por más de una semana en instancias del IMSS, bajo la dirección de Zoé Robledo, o de hemodiálisis sin atención hasta llevar a la muerte de pacientes después de 19 días, parecen ser la constante. No sólo en el IMSS, sino en el ISSSTE, que encabeza Bertha Alcalde.

Nadie se salva, bueno, sí, la tarea es poder verificar los derechohabientes voluntarios o personal de limpieza que se les haya pasado un día de pago, para poder presionar a que firmen alta voluntaria, argumentando que ya no cuentan con servicio.

Si es derechohabiente, los casos pueden llevar a que están esperando, cama, quirófano, o algún medicamento, sosteniéndolos con paracetamol.

Ni que hablar de una alternativa para las personas de bajos recursos, quienes siguen a la espera del sistema “del Bienestar”.

Y si bien es cierto, el seguro popular era un sistema que requería de grandes ajustes dado que el costo que representaba para el presupuesto del país ya estaba siendo insostenible, la realidad es que era la única opción de salud. Hoy simplemente a la escasez de medicamento, se suma la escasees de aparatos médicos, utensilios y personal capacitado.

Ya decía el primer director del IMSS de esta administración, Germán Martínez, “aunque en 2018 no estaba en terapia intensiva el IMSS sí necesitaba una cirugía mayor en calidez, atención, y servicio porque los hospitales estaban ya saturados, había muchos derechohabientes que no alcanzan un medicamento, cita o cama”.

Era fundamental, decía entonces, “que, si es derechohabiente del IMSS o del ISSTE lo atiendan en cualquiera de ambas instancias, incluso si no es derechohabiente y necesita atención medica lo atiendan”. Hoy, están “invitando” a los pacientes a firmar altas voluntarias.

“El sistema de salud esta roto y en ello hay ventanas de oportunidad”, decía Germán Martínez, quien en diciembre del 2018 me decía trabajaría en ello, aunque en menos de un año dejaría la Institución. Pero, no se ha podido hacer más, hoy simplemente el IMSS no tendría la capacidad de atender a los 80 mil beneficiarios.

1 de cada 2 mujeres sufre violencia. Nada que celebrar este 10 de mayo. Aunque a partir de hoy y hasta octubre de 2027 el nuevo código nacional de procedimientos para que se tramiten los juicios tendrá que homologarse, la realidad éste nuevo código no resuelve los temas de peligrosidad procesal de familia.

De cada 10 sentencias de alimentos se cumple una, el promedio se tarda por lo menos tres años en localizar a los padres para que hagan frente a sus compromisos de manutención, los hombres que generan violencia; ocultan ingresos, no declaran inmuebles reales, cambian y hacen ventas fantasmas de inmuebles.

Según los más recientes datos del Inegi, que son del 2022. Me refiero al censo de procuración y administración de justicia, hay 3 millones de juicios a nivel nacional, de éstos 73% tiene que ver con violencia en contra de la mujer.

Hay más cifras alarmantes. De acuerdo con el estudio realizado por INMujeres de 2009 a 2019, para soportar la violencia vicaria, en dicho periodo 88 mil niños murieron en manos de sus papás. Y ni que hablar de la violencia pasiva, que se gesta como un común denominador.