Sin embargo, nadie se ha querido meter en sus entrañas y dejar a un lado el patriotismo falso, para dar paso a un saneamiento que permita tener una industria petrolera y de derivados de talla internacional. La pregunta es si ¿en el sexenio que está por llegar se abordará el tema en serio? O seguirá siendo un tema pendiente y que siga sosteniéndose con hilos.
Hace unos días, el titular de Pemex, Octavio Romero Oropeza, dio un informe sobre la situación operativa y financiera de esta empresa que dista mucho de la realidad. Aquí se presentan los datos oficiales.
Para nadie es desconocido que la inyección de capital que requiere la paraestatal es mayúscula y estos últimos años no ha sido la excepción.
Pemex ha recibido por parte del Gobierno Federal 1.8 billones de pesos, no obstante las pérdidas suman 950 mil millones de pesos.
De acuerdo a las Estadísticas Petroleras mensuales, entre 2018 y 2024 la producción de petróleo crudo se redujo en 14.8% al pasar de 1.81 mbd a 1.54 mbd.
Las 6 refinerías con las que actualmente cuenta y que conforman el Sistema Nacional de Refinación en promedio operan al 48% de su capacidad y debido a su obsolescencia son altamente contaminantes y sus procesos de refinación generan más combustóleo que gasolina, sus refinerías operan con pérdidas.
A decir de Pablo Zárate, especialista en la materia, si bien es cierto la producción no ha caído como en otros sexenios, y la deuda “no se ve que ha subido mucho”, la realidad es que el perfil de la petrolera se ha agudizado. Los pasivos de corto plazo, vencimiento con 12 años, hoy las facturas que tiene por vencer están en 60 mil millones de dólares.
De frente a ingresos anuales por 70 mil millones de dólares, el balance no es nada favorable.
El Gobierno ha invertido más de 18,500 millones de dólares en una refinería que aún no inicia operaciones y se ha frenado la generación de energías renovables.
El reto para la siguiente administración y ambas candidatas a la presidencia, Claudia Sheinbaum y Xóchitl Gálvez lo entienden, es comenzar a detonar las energías renovables.
Porque el “hubiera” no existe. Lo que existe es lo que se puede hacer hacia adelante.
Será fundamental buscar aliados, y parece ser que voltear a ver a la iniciativa privada será la opción. No es encontrar el hilo rojo, sino voltear a ver la alternativa que es utilizada a nivel internacional para aprovechar lo que en realidad dan industrias como el petróleo, y empresas tan importantes como Pemex.
El capital contable es negativo de Pemex, en muchas empresas los accionistas dirían esta empresa no tiene mucho futuro. Pero, si flexibilizarse las restricciones políticas ¿qué pasaría si Pemex se desprende un poco de su portafolio petrolero?
A decir de la consultora petrolera, Wirelees, si se toma 15% de los campos más chiquitos de Pemex, por número, que sería lo más difícil de operar y se lleva a mercado? Se encontró que a valor de mercado se podría esperar que esas transacciones tuvieran un valor de 17 mil millones de dólares.
Lo más interesante es que esos campos con un programa de inversiones apropiadas, a decir de la consultora, generarían 160 mil millones de dólares adicionales para el Gobierno Mexicano.
Dado que entrar al mercado accionario sería menos apetitoso para reactivarla. En fin, habrá que ver qué se hace al respecto, porque de que nos sigue costando Pemex, es una realidad y cada vez es mayor.