Volatilidad, oportunidades, retos y barreras

Sin embargo, la primer mujer presidenta, en su andar político se ha mantenido con una visión de desarrollo, de trabajo con la Iniciativa Privada, abrir la puerta a las energías renovables y, fortalecer las relaciones comerciales a través de acuerdos ya establecidos.

Así que, aun cuando la volatilidad económica la seguiremos viendo, también será provocada por las próximas elecciones en Estados Unidos, además de la desaceleración económica con la que llegamos a este punto, y las iniciativas que pudieran todavía consolidarse en este cierre de año y segundo periodo de sesiones.

Es cierto que el mercado laboral y salarial son puntos positivos, y aunque la inflación deberá seguir siendo elemento para cuidarse, por ahora, no hay más elementos que hagan pensar en un efecto recesivo.

No obstante, la Presidenta de México, deberá enfrentar retos. Mismos que se centran en vertientes, como: no disparar el déficit ni aumentar la deuda; fortalecer el tema de salud, dado que 30 millones de personas perdieron atención en sistema de salud público con la desaparición del Seguro Popular; detonar la inversión en infraestructura eléctrica; disponibilidad de agua, y mejor y mayor logística de conectividad, así como garantizar el estado de derecho.

Porque, de que existen herramientas para fortalecer la economía de territorio nacional, no hay duda.

Para Estados Unidos, pese a sus elecciones, y sea quien sea el siguiente Gobierno, México es uno de los países importantes en materia de comercio, tal cual es Estados Unidos para la fortaleza de la economía mexicana.

Y será el gobierno entrante, a quien le toque gestionar la revisión del T-MEC, con sus homólogos de EU y Canadá.

La inversión de EU que tiene en México es la más grande como país. Y aunque, hay temas incómodos como la migración, el fentanilo, y el narcotráfico, la fortaleza de ambas economías aunadas a la de Canadá podría seguir siendo un detonante en la economía mexicana.

Qué decir de los franceses, quienes cuentan con más de 600 empresas en México, generando empleos directos por 150 mil e indirectos por 700 mil empleos.

Aun así, las firmas francesas ven un potencial por crecer en México, en sectores como energías renovables, y desarrollo de proyectos de agua. Aprovechando el expertis que tienen para trabajar de la mano de los Gobiernos, respetando sus lineamientos.

Aunque la estabilidad, el contar con un sistema más flexible y que dé certeza jurídica serán primordial para consolidar las inversiones que se tienen en puerta, equivalentes a 10 mil millones de dólares. Un panorama que se vislumbra prometedor, lleno de retos sí, pero nada sencillo.